Bueno! pues esta vez voy a reclamar unos minutos de vuestra agitada vida para hablar un poco sobre tantas y tantas cosas que se dan por claras y sobradamente visibles en nuestras vidas, es decir, las puras obviedades.
Y es que en nuestras vidas, y muy especialmente en las relaciones humanas hay muchas cosas que terminamos dando por supuestas, bien sea por comodidad, por rutina, por costumbre o por no plantearnos que en algún momento pudieran no ser así... y esto constituye precisamente uno de los puntos que pueden acabar por desmentir las mismas cosas.
Una persona no suele plantearse que su enemigo acérrimo pueda dejar de odiarle al igual que no se plantea a diario que su esposa pueda abandonarle... esto ocurre desde mi punto de vista porque nosotros mismos terminamos por encasillarnos en nuestras vidas, y en muchas ocasiones acabamos construyendo una rutina estable y clara que nos lleva a pensar que las cosas son así y que seguramente lo sigan siendo por mucho tiempo... en fin, que nos conformamos con lo que tenemos, sabemos que lo tenemos y dejamos progresivamente de pensar en que tal vez podríamos perderlo, a mi ver esto termina por dinamitar la mayor parte de relaciones humanas en cuanto a sentimientos se refiere.
Cuando te separas de un ser querido le dices que le echarás de menos, pero seguramente llega un punto en que en la propia despedida él ya sabe que le echarás de menos, quizás repitas la escena una o dos veces mas, o quizás cincuenta o cien... pero llega un punto en que dejamos de decirlo... porque como dicen muchos ultimamente "hay cosas que se saben" en el más romantico sentido de todo esto podríamos añadir que los sentimientos se demuestran, no se predican, pero tengo la certeza de que, aún así, saberlo ayuda a no darlo por asumido y a la larga ayuda a no olvidarlo... al fin y al cabo, que ya sepa algo no significa que no me guste oirlo.
Si no asumieramos tantas cosas en nuestra vida, si día tras día nos esforzáramos más por conservar lo que tenemos, por conseguir lo que ansiamos y por cuidar de nuestras vidas, si repitieramos las cosas obvias hasta la saciedad probablemente nos llamarían pesados pero nadie nos podrá decir que nos perdimos algo importante por olvidar que siempre estuvo con nosotros...
martes, 21 de julio de 2009
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Buenas Pablo, te escribo tumbado en mi cama con este pequeño portatil que ya conoces, si el de las teclas planas y esrechas asi qu diculparasla severas faltas de orto/cali grafia que cometa.
ResponderEliminarAntes de nada felicidades por animarte a tener un blog desde el cual omar el papel de un pequeño e intrepido reportero del dia a dia y del como dijiste conocimiento"inutil".
Referente a esta segunda entrada tuya, pues si cierto es que el ser humano es tedente a caer en la rutina, mas es algo que necesita, necesita contar con algo fijo,algo inalterable, ya que si no le llevaria a la locura. Creo que en este caso la virtud esta para variar en el punto medio como no podria ser de otra forma.
Necesitamos nuestra rutina salpicadade imprevistos y emociones que den esa guinda de sobresalto a la vulgaridad.
Discrepo contigo en cuanto los sentimientos y el al repetirlo te refieres,soy de los que cree que cuanto mas se predique mas valor pierde, que es mucho mejor atesorar esas palabras para los momentos magicos y precsos y no usarla gratuitamente.
Aunque como bien sabemos todos hoy en dia ya es arto complicado tener esos momentos y de ser asi...creo que nunca sabremos si seran ciertos o una farsa. Pero doy gracias a ello, a la incertidumbre y al azar que son lo que nos hace humanos.
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